Una oportunidad para aprovechar
Nicolas Chanteloup, 37 años de La Rochelle, es un apasionado de la vela y los barcos desde hace mucho tiempo. Ingeniero de formación, ejecutivo comercial en importación y exportación, fue durante la restauración de su propio velero, un yawl de madera de 1933, clasificado como Monumento Histórico, el Saint-Anne III, que se formó en carpintería naval. Ayudado por profesionales en grandes obras, adquiere las técnicas y luego se lanza al oficio como trabajador autónomo.
Cuando se entera de la venta por su propietario Daniel Despierres, deseoso de retirarse, del astillero homónimo, especializado en carpintería naval tradicional para barcos de recreo y profesionales, aprovecha la oportunidad.
Transmisión y mantenimiento de los conocimientos técnicos
Apoyado administrativa y financieramente por la red de Entreprendre, elabora su expediente de adquisición. Frente a los candidatos, interesados sobre todo por los locales y la ubicación estratégica en la meseta náutica de La Rochelle, su oferta, que continúa la actividad tradicional de la carpintería naval al hacerse cargo de la madera, la maquinaria y los empleados, seduce a Daniel Despierres. Además, permite la transmisión a un joven empresario.
Desarrollo y contratación
Nicolas Chanteloup ya se beneficia de una buena red en el sector de los barcos de madera en La Rochelle y tiene la intención de desarrollar la actividad del astillero Despierres. El libro de pedidos está bien lleno desde la toma de posesión en primavera. La fuerza de trabajo ya ha crecido de 3 a 6 personas.