Usted se incorporó a Alubat como director general en septiembre de 2016. ¿Puede contarnos los antecedentes de su llegada?
Christian Picard: Alubat fue creado en 1972 por Yves Roucher, con un concepto innovador de velero de aluminio que hizo los buenos años del astillero. Por desgracia, como muchas empresas del sector náutico, Alubat sufrió mucho con la crisis de 2008, hasta el punto de declararse en quiebra. En 2013, un grupo de 14 accionistas, formado por propietarios de Ovni y empresarios de Vendée, se hizo cargo de la empresa, manteniendo a su antiguo director general, el Sr. Aupinel, a la cabeza. Unos accionistas, clientes de mi negocio de intermediación AYC, se pusieron finalmente en contacto conmigo en el verano de 2016 para que asumiera la gestión de Alubat, con el fin de revitalizar la empresa y dar un giro a una difícil situación económica.
¿Cuál es la situación actual de esta recuperación?
Ya está en marcha. Tenemos visibilidad de los pedidos para todo 2017 y damos la bienvenida a nuestro primer nuevo empleado este mes. Hemos vuelto a un ritmo de producción con el que estamos satisfechos.
¿En qué está trabajando para relanzar Alubat?
Hay cuatro prioridades. Estamos trabajando en la oferta, en particular con el lanzamiento del OvniCat, en la relación con el cliente, el servicio posventa y la calidad.
La gama histórica sigue siendo muy popular y lanzaremos el 125º Ovni 395 y el 46º Ovni 445, modelos de notable longevidad para un astillero como el nuestro. Por ello, la oferta de segunda mano es importante y los Ovni de segunda mano son los primeros competidores de nuestros nuevos yates. Es necesario proponer nuevos modelos. El fuerte desarrollo de los multicascos en el sector de las embarcaciones de viaje y el atractivo de los destinos polares, donde la robustez del aluminio es una ventaja, nos llevó a proponer un catamarán de aluminio. El OvniCat 48, presentado en el Salón Náutico de París, ha recibido una muy buena respuesta y esperamos lanzar el primer modelo en otoño de 2017.
La longevidad de los ovnis crea una relación a largo plazo con los propietarios. Por ello, estamos dando varios pasos en su dirección, para mimarlos. Un empleado con 17 años de experiencia en Alubat ha sido asignado a tiempo completo al servicio posventa (piezas de repuesto y apoyo a los navegantes) y a las reformas. Lanzado en septiembre, el departamento de refit de Alubat ya se ha encargado de la modificación de 3 barcos. También estamos relanzando el club de propietarios.
En cuanto a la organización comercial, ¿prevé algún cambio?
No hay grandes cambios, pero tenemos que revitalizar la red y reconstruir nuestra red de exportación, que ha sufrido las dificultades de Alubat en el pasado. También queremos seguir desarrollando la venta directa a los navegantes, que es rentable para las cuentas del astillero.
¿Cuáles son sus objetivos económicos?
Nuestro objetivo es alcanzar una facturación anual de 3 millones de euros. La ambición no es volver a los 60 barcos al año como antes de la crisis, sino hacer 15 barcos bien acabados. La buena recuperación de los últimos 6 meses nos hace ser bastante optimistas...