Actualmente está trabajando en la próxima edición del Nautic de Paris y su evolución general. ¿Puede explicarnos el enfoque y las acciones que se están llevando a cabo?
El objetivo fundamental de la Federación de Industrias Náuticas al retomar el control de la Náutica es revitalizarla. Después de la creación del Nautic Festival SA (nota del editor: nueva estructura encargada de la gestión del espectáculo, ya que el Nautic fue adquirido por Reed Expo) y el traslado del personal, hicimos un balance del último espectáculo para ver qué había que cambiar. Luego hicimos una lluvia de ideas dentro del equipo de Náutica, luego el equipo FIN, que está familiarizado con el espectáculo, y el Consejo de Administración de FIN, formado por empresas, todas ellas expositoras de Náutica.
Actualmente estamos en la última fase de reflexión, a través de reuniones con expositores de las diferentes regiones. Al final del proceso, 150 expositores habrán podido contarnos sus ideas y expectativas para la Náutica. Después de dos reuniones, ya he observado intercambios constructivos y positivos, con un verdadero dinamismo de los profesionales. Nuestros análisis de las necesidades están ampliamente confirmados.
A finales de mes, podremos hacer un balance de estas reflexiones para poner en marcha un plan de acción cuantificado y validarlo con el FIN.
¿Cuáles son las principales áreas de reflexión hoy en día para ayudar a la Náutica a evolucionar?
Hemos identificado 3 líneas principales de trabajo que compartimos con los expositores.
El primer objetivo es mejorar la visibilidad del Náutico para el público y los medios de comunicación. Este es el 5º salón de barcos más grande de Francia, el primero es el Salón Mundial del Automóvil, e incluso si hay menos usuarios de barcos que de coches, podemos hacer que más gente hable del espectáculo. Hoy en día, aparte de la llegada de los barcos a París o la carrera de padel, el evento tiene poca cobertura mediática. Estamos pensando en eventos de tres partes con la Náutica, los expositores y los medios de comunicación. También queremos integrar nuevas actividades como el buceo o la pesca, que atraen a nuevos usuarios. Los expositores de estos sectores necesitan la posibilidad de un espectáculo más corto con fórmulas de 4 días, por ejemplo.
El segundo eje es el de la experiencia del visitante y del consumidor potencial, porque el espectáculo debe permitir encontrar nuevos clientes. Sólo el 15% de las personas que vienen al Náutico visitan un barco, mientras que a casi todos les gustaría. Esta frustración desalienta a muchos a regresar. Por lo tanto, debemos aumentar el número de visitas, aumentando el número de barcos accesibles, aunque la Náutica se encargue de ello. Cada año, 50.000 nuevos navegantes obtienen una licencia de navegación y menos de la mitad de ellos la aprovechan en un plazo de 12 meses. Invitándolos al espectáculo, podemos mantenerlos en el circuito.
El tercer aspecto es el lugar de las regiones. Son cada vez más conscientes de la importancia de la industria náutica y están muy a favor de los valores positivos de las actividades náuticas. Aliada a la FIN, cuyos relevos políticos son importantes, la Náutica debe desarrollar la presencia de las regiones, con una comunicación menos institucional y más adaptada a los navegantes y turistas náuticos.
Sin prejuzgar las medidas concretas, ¿cómo prevé la evolución del modelo de negocio del espectáculo?
El panorama ha cambiado y con el regreso en directo al NIF, que no tiene objetivo de lucro, las ganancias podrán ser reinvertidas en el espectáculo. Por otro lado, siento un verdadero dinamismo de los expositores que están dispuestos a pagar el mismo precio que antes si tienen mejores resultados económicos y mediáticos. Volveremos a hablar de esto una vez que hayamos definido y cuantificado las medidas a tomar.