Una fábrica entregada antes de lo previsto
Desde su creación en 1996 por Luc Loriot, el fabricante francés de resinas Resoltech tenía su sede en Eguilles, cerca de Aix-en-Provence. La empresa había adquirido un terreno a principios de 2010 para la construcción de una nueva fábrica en la zona industrial de Rousset, cerca de la autopista A8. Los edificios no estaban diseñados para la actividad y estaban abarrotados. En julio de 2015, a medida que el proyecto avanzaba, un incendio en los edificios vecinos destruyó completamente los locales y el equipo de Resoltech en Eguilles. "Gracias al apoyo de las compañías de seguros, pudimos acelerar las obras de la nueva planta y trasladarnos a un local temporal durante un año. Pudimos mantener el volumen de negocios y el crecimiento", explica Luc Loriot. La compañía se mudó a sus nuevas instalaciones en julio de 2016.
Doble capacidad y nuevas herramientas
La nueva fábrica de Resoltech se extiende sobre 2000 m² en un terreno de 5000 m². Ofrece una capacidad de producción que duplica la del sitio histórico con un equipo nuevo y más adaptado. "No pudimos recuperar algunos equipos, pero tuvieron que ser reconstruidos completamente. Es realmente una fábrica nueva" dice el CEO de Resoltech.
El sitio está en proceso de clasificación ISO 9001, y una batería de mezcladores específicos y hornos especiales nos permiten fabricar todos los productos, líquidos, viscosos y pastosos, a medida. Dos laboratorios se dedican a la fabricación y caracterización de productos para I+D.
Una PYME en crecimiento
Resoltech emplea actualmente a unas quince personas, una gran parte de las cuales se dedica a la investigación y el desarrollo. Como miembro de proyectos europeos, la empresa se beneficia de créditos fiscales para la investigación. Con el 70% de su actividad en la exportación y un volumen de negocios anual de alrededor de 4 Meuros, la PYME provenzal goza de buena salud. Resoltech, cuyo saber hacer se basa en la formulación de productos a la carta, no se ve excluido de los grandes volúmenes gracias a la asociación con una fábrica "amiga" de España. Una oportunidad que Luc Loriot espera utilizar en proyectos aún confidenciales.