Alquiler de barcos: Revisión de la temporada de verano para profesionales

El alquiler de barcos con actividad, una demanda creciente

Al llegar el invierno, es hora de hacer un balance de la temporada de alquiler de barcos de verano. Cifras que hacen pensar en el futuro, como los fletadores profesionales explicaron a BoatIndustry

Una temporada positiva para el alquiler de barcos en el Mediterráneo

Cuando se les preguntó a finales del verano de 2018, las empresas profesionales de alquiler de barcos anticiparon un buen año en la cuenca mediterránea. La temporada comenzó muy temprano, desde finales de marzo, para terminar tarde, a finales de octubre. El aumento previsto es del orden del 4 al 6%.

Más navegantes en Grecia y menos en Croacia

Los destinos favoritos de los navegantes están cambiando. Croacia sigue siendo la base número uno para el alquiler de barcos en el Mediterráneo, pero está perdiendo terreno frente a Grecia. El país sufre un exceso de barcos y un descenso del número de semanas de reserva y de los ingresos. "Los puertos deportivos se están volviendo demasiado caros, hay un traslado a Grecia", confirma Emmanuel Allot, de Sunsail.
Turquía también está disfrutando de una buena recuperación tras unos años difíciles.

Escala en las islas griegas

Más barcos a motor y alquileres de corta duración

Los navegantes están eligiendo embarcaciones más grandes para navegar. Los catamaranes siguen creciendo en número de barcos y en tamaño, pasando de una media de 42 a 45 pies en 3 años. El monocasco alquilado suele rondar los 48 pies.
En la costa francesa, las empresas de alquiler de embarcaciones han observado un fuerte aumento de los alquileres de corta duración, principalmente a favor de las embarcaciones a motor. Las excepcionales condiciones meteorológicas del verano han reforzado sin duda esta tendencia.

Un caldo de cultivo para los veleros en Europa del Este

Las empresas profesionales de alquiler de yates han visto un retorno de los clientes italianos a las bases francesas y un verdadero dinamismo en los mercados emergentes, especialmente en Europa del Este. "Hay una evolución a favor de los catamaranes a motor, pero me preocupa la evolución del alquiler de barcos sin tripulación, que se mantendrá estable en el mejor de los casos en los mercados europeos maduros. O los puertos ponen entretenimiento y patrones para entrenar, copiando a las estaciones de esquí, o es la muerte de la navegación a largo plazo. Hay que adoptar un enfoque real", explica Emmanuel Allot. "Afortunadamente, hay un caldo de cultivo en países como Bulgaria, Rumanía, Hungría o Serbia"

Alta exigencia y baja cualificación

Todos los profesionales coinciden en el aumento de las expectativas de los navegantes, en términos de equipamiento y servicios a bordo, como la propuesta de actividades de buceo o kite-surf, pero también la acogida. "El primer día en la base hay que trabajar de verdad", reconoce Emmanuel Allot.
En proporción inversa a las necesidades, las competencias de los arrendatarios disminuyen, a pesar de que las embarcaciones son más fáciles de utilizar. "Tenemos mucha gente que no sabe nada de barcos y, por tanto, cada vez hay más roturas en las embarcaciones. Esto conlleva problemas para reparar el barco a tiempo para el siguiente alquiler", explica Odon Van Gaver, de Kiriacoulis.

Hay que mejorar las relaciones con las plataformas de alquiler por internet

Para ampliar su oferta, las plataformas de alquiler de embarcaciones por internet, que se crearon para particulares, se han abierto a los profesionales. La inmediatez de estas reservas suele dificultar el acompañamiento de los clientes, lo que distingue a las empresas profesionales de alquiler de barcos. "No tenemos tiempo de llamar para aclarar la solicitud como hacemos con las reservas directas", dice Emmanuel Allot. Las plataformas y las empresas de alquiler se han hecho imprescindibles entre sí y tendrán que seguir dialogando.

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