La industria náutica europea crece
La Federación Francesa de Industrias Náuticas (FIN) presentó, unos días antes del Festival de Yates de Cannes, el estadísticas del sector náutico francés 5.090 millones de euros, con un aumento del 5% en 2018. La tendencia positiva se confirma en el resto de la Unión Europea. UCINA, la asociación comercial italiana, ha acogido la apertura del salón náutico de Génova con un crecimiento de dos dígitos del 10,3%, hasta alcanzar los 4.270 millones de euros. La asociación británica British Marine aprovechó la apertura del salón de Southampton para anunciar un volumen de negocios acumulado de 777 millones de libras (875 millones de euros), un 21,3% más.
Diferentes tipos de barcos en diferentes países
En el Reino Unido, el crecimiento se debe principalmente al aumento de las exportaciones de lanchas motoras de crucero intraborda (+11,4%) y semirrígidas (+5,5%). Más del 65% de las nuevas embarcaciones construidas en el Reino Unido en 2018 se destinaron a la exportación. El equipamiento representa una pequeña parte del sector.
Italia sigue siendo el líder en el sector de los yates de más de 24 metros, con 379 superyates encargados o en construcción en 2018, con una longitud media de 37 metros. El número de unidades es 3 veces mayor que el de su subcampeón en el nicho, el Reino Unido. Especialista en embarcaciones de motor intraborda, Italia está muy por detrás en unidades fueraborda, con una cuota del 1,8% del mercado mundial, mientras que con un 3,7% de la de veleros, ocupa el sexto lugar en exportaciones, por detrás de Francia, con un 34,2%. Los equipos suponen 1.200 millones de euros en la facturación acumulada y los motores marinos, 358 millones.
Cifras a calificar
Aunque el optimismo está a la orden del día en estos tres países europeos, siguen existiendo algunas preocupaciones. UCINA, FIN y, a fortiori, British Marine, han subrayado los riesgos vinculados al Brexit para su sector. La confianza de los navegantes en el mercado nacional del Reino Unido ha disminuido y podría afectar a la industria náutica. El mercado nacional está estancado. El aumento del tamaño de los barcos y de la cuota de exportación de los astilleros europeos también los hace más sensibles a las actuales guerras comerciales internacionales.