Las ventas de catamaranes nuevos aumentan a lo largo del año
El Grupo Catana, propietario de las marcas de multicascos Catana y Bali, ha publicado los resultados de su último ejercicio económico, cerrado en agosto de 2020. Las ventas anuales totales ascendieron a 81.923 millones de euros, un 6% más. Las ventas de catamaranes nuevos ascendieron a 74.276 millones de euros durante el periodo, lo que supone más del 90% de la facturación total. Presenta un crecimiento del 11% respecto al ejercicio 2018/2019. El resto de la actividad se reparte entre el corretaje, la venta de permutas de embarcaciones usadas, que disminuirá significativamente en 2019/2020, y los servicios.
La dirección se congratula de haber podido mantener una tasa de crecimiento positiva, a pesar de un tercer trimestre del ejercicio marcado por el cierre de los centros de producción de Francia y Túnez debido a la crisis sanitaria relacionada con el Covid-19, lo que se ha traducido en una facturación muy baja, de 4,9 millones de euros, un 73% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior.
En el ámbito de los servicios, la filial Port Pin Rolland, activa en la manipulación, el mantenimiento y la reparación, ha podido limitar el descenso de su volumen de negocio al 22%. Su precio es de 4.149 euros.
Precaución y confianza en la estrategia del catamarán de Bali
En su comunicación, el grupo concilia prudencia y afirmación de su estrategia. Nos recuerda la fragilidad del mercado de alquiler de embarcaciones, uno de los principales clientes del mercado de multicascos, que se ha visto muy afectado por las cancelaciones y las restricciones de viaje. La cancelación de los salones náuticos de otoño también le invita a ser prudente. Sin embargo, destaca el dinamismo de la gama de catamaranes Bali desde su lanzamiento, que ha aumentado la cuota de ventas de barcos nuevos del 38% al 90% de la facturación en 5 años. El próximo lanzamiento del Bali 4.2 y del Bali Catspace Motoryacht debería continuar con esta estrategia.
Las perspectivas para el año 2020/2021 son tranquilizadoras para el Grupo Catana, cuya cartera de pedidos se acerca a los 60 millones de euros para la actividad de nueva construcción.