Vigilancia activa a la llegada del barco eléctrico
¿El barco de placer se está volviendo eléctrico? Para muchos, la pregunta deja pocas dudas. Este cambio podría tener un gran impacto en los puertos deportivos. Interrogamos a sus directivos sobre su actitud ante esta evolución. La ausencia de una tendencia fuerte realmente identificada aún los hace dudar. "Miramos lo que se dice o escribe. Vemos los productos que están llegando al mercado. Sin embargo, no tienes un cliente con un motor eléctrico principal en su barco, ni ninguna información en este sentido en la lista de espera. Sucede como un motor auxiliar" explota Jean-Charles Bégouin, capitán de puerto en Piriac-sur-Mer.
"Estamos bajo observación. En el automóvil, la revolución está en marcha. En el barco, no tengo la impresión de que la revolución tecnológica haya sido asimilada por los fabricantes. No hay ninguna solución existente en la producción en masa, es todavía mucha experimentación. Sin embargo, sería una estupidez no observar lo que sucede" añade Brieuc Morin, director de Sellor, el gestor del puerto de Lorient.
El puerto necesita todavía ser demasiado vago
La ley de movilidad aprobada por la Asamblea Nacional francesa en junio de 2019 prevé la obligación de los puertos deportivos con más de 100 puntos de atraque de reservar el 1% de sus puntos de atraque a los barcos eléctricos. A pesar de su efecto incentivador, la legislación no debería cambiar la organización del puerto a corto plazo. "Todavía hay muy poca demanda de estaciones de carga para barcos. El tema no es discutido por nuestros clientes del puerto. Respondemos constantemente a los llamados a licitación y aún no se menciona. El interrogante es más sobre el río y las bases de alquiler de barcos en este momento", explica Florian Cosmao, director de AR Marina, proveedor de puntos de carga e instalaciones eléctricas para los puertos deportivos.
El pensamiento está todavía en sus inicios, aunque se han identificado los riesgos y los posibles bloqueos, como atestigua Arnaud Ricard, director del puerto de Concarneau. "Tenemos un estudio en marcha en el puerto interior. Será necesario satisfacer las demandas de los navegantes de hoy en día, con el equipo resultante. En el antepuerto, no hay nada planeado. Nuestro pontón de 2006 sólo tiene una galería técnica, que ya está llena. Una estación de carga por barco, no será posible."
Por su parte, el director del Sellor destaca la dificultad de dimensionar una infraestructura para barcos que aún no existen. ¿Deberíamos dar prioridad al hidrógeno y a la recarga directa? "Tenemos miedo de dimensionar sin conocer realmente las necesidades. Son grandes inversiones y aún no hay expertos que conozcan los poderes necesarios. Sin embargo, será un tema esencial para el 2021", dice Brieuc Morin.
Además de la infraestructura, habrá que replantearse la oferta al navegante. "Uno de los temas de reflexión para el futuro es el del servicio de recarga de barcos que queremos ofrecer a nuestros clientes y su comercialización" explica el capitán del puerto de Piriac-sur-Mer.
Una palanca de reclutamiento para la industria de los yates
Ante una clientela envejecida, el barco eléctrico puede ser una palanca para el sector náutico. "Estamos pensando en adquirir un barco de servicio eléctrico. Al convertirse en usuario del motor eléctrico, el puerto puede convertirse en un defensor", subraya Jean-Charles Bégouin.
"Todos estamos muy preocupados por la renovación de nuestra clientela. Los botes eléctricos pueden ser un desafío para traer nuevos navegantes. Existe una obligación reglamentaria, pero todavía no hay presión de los usuarios. Necesitaríamos un enfoque proactivo para ir más allá de las actuales etiquetas de puerto limpio y tomar la medida de la transición ecológica, por ejemplo a través de la producción de nuestra propia electricidad, energía solar o de las olas, reciclando el agua no potable en un circuito cerrado... Tenemos que ver cómo podemos ir más lejos" concluye el director de Sellor.