Las entregas de barcos internacionales se ven gravemente afectadas
La pandemia de Covid-19 tiene consecuencias logísticas en todas las etapas de la producción de yates. Si las noticias en esta primavera de 2021 giran en torno a los problemas de suministro de materias primas y equipos, lo que induce a retrasos en las futuras entregas, las fábricas han finalizado hasta ahora muchas embarcaciones de recreo. Pero las restricciones de viaje nacionales e internacionales (más del 75% de la producción francesa se exporta) han impedido que muchas embarcaciones sean entregadas a sus propietarios. Hoy en día, las grandes unidades que se ponen en el agua abarrotan los puertos deportivos situados cerca de las fábricas de los principales fabricantes de yates. El puerto de La Rochelle tiene actualmente 90 catamaranes en espera de ser entregados.
Puertos de recreo congestionados, pero bajo control
Los gestores portuarios entrevistados tienen opiniones diversas sobre la criticidad de la situación. Port Olona, donde se botan algunos de los catamaranes Lagoon, así como los barcos Privilege, afirma no tener problemas. En Canet-en-Roussillon, con su activo centro de reacondicionamiento de multicascos, también cerca de las fábricas de Bali / Catana, el director del puerto deportivo confirma que la situación está muy controlada, pero bajo control. "Tenemos la ventaja de contar con 600 metros lineales de muelle técnico, lo que permite una gestión dinámica más fácil que con los amarres en pontones. Además, hemos aprendido las lecciones de principios de 2020, cuando se bloquearon los patrones y los barcos. Esta cifra se ha reducido en 2020, sobre todo gracias al salón náutico de segunda mano, uno de los únicos que pudo celebrarse y que contribuyó a crear volumen de negocio. También tuvimos algo de aire porque los navegantes botaron sus barcos antes. Hemos planificado bien el año 2021 y no hay saturación", asegura.
Por parte de La Rochelle, el director Bertrand Moquay señala que la situación también es delicada. "El puerto de La Rochelle sigue teniendo una cantidad importante de pantalanes disponibles, tanto para escalas como para barcos en entrega y eventos. Con la contención y la práctica prohibición de las escalas en el puerto, la ausencia de eventos, pudimos absorber el volumen de barcos pendientes de entrega, pero ahora está muy lleno"
¿Cómo gestionar a los navegantes en escala y en pontones llenos?
La cuestión ahora es el posible impacto en la organización de la temporada de verano. "Por el momento, seguimos teniendo una veintena de plazas para catamaranes, ya que no hay escalas. Pero podría haber algunas dificultades y tensiones ocasionales para liberar espacio para los eventos cuando se vuelva a poner en marcha. Lamentablemente, no podemos tomar medidas específicas porque no tenemos visibilidad sobre las salidas de los barcos y las medidas en los viajes. Sobre todo porque parece que actualmente hay dificultades para enviar los barcos por carga. Se están cargando a cuentagotas. Mientras tanto, pedimos a los astilleros que dejen los barcos en la plataforma náutica cuando sea posible", lamenta Bertrand Moquay.