Una versión marítima del portage salarial
En colaboración con la empresa Chess Maritime, la plataforma de contratación de marineros y personal de a bordo, Capt'n Boat lanza un nuevo servicio de contratación. Permite a los propietarios de embarcaciones privadas contratar a un marinero para su barco sin necesidad de tener su propia empresa. Capt'n Boat transcribe el principio del porteo salarial al ámbito marítimo, aunque no se pueda utilizar el término, ya que el convenio colectivo de los asalariados es menos ventajoso que el de los marineros. "Chess Maritime" actúa como agente marítimo. La empresa se pone de acuerdo con la URSSAF para crear un número SIRET temporal mientras dure la inscripción. El marino contribuye así normalmente a la ENIM y puede justificar la duración de su embarque", explica Emeric Leveau-Vallier, fundador de Capt'n Boat.
Responder a las necesidades de los marineros y navegantes
Con esta oferta, la plataforma dice responder a los problemas jurídicos y prácticos tanto de los armadores como de los marineros. "Las empresas de tripulación eran accesibles principalmente para las empresas, pero no para los particulares. E incluso antes de pagar al marinero, había un precio fijo de 700 a 800euros, incluso por unos días. En este caso, el precio se basa en un porcentaje del salario bruto del marinero. El navegante privado, para estar en las normas, tenía que emplear a un marinero con su propia empresa, pero muchos no quieren crear su propia empresa. En la base de Capt'n Boat, 2/3 de los patrones no tienen compañía", resume el director.
Colaboración con ENIM, URSSAF y Asuntos Marítimos
Para lograr este servicio, Capt'n Boat y Chess Maritime colaboraron con las instituciones: el ENIM, la URSSAF y Asuntos Marítimos. "Hubo reuniones a tres bandas que nos permitieron elaborar un cuaderno de buenas prácticas sobre los compromisos de los armadores, por ejemplo sobre la jornada laboral de los marineros. Desde el punto de vista de la administración, también es una forma de atraer de nuevo a los patrones de yate a la ENIM. Hoy en día, todavía hay algunos que navegan con una empresa autónoma, que no es legal desde hace dos años, y que por tanto no cotizan al ENIM", concluye Emeric Leveau-Vallier.