¿Una playa de Grand Pavois a imagen y semejanza de la vela ligera francesa?
El salón náutico de Grand Pavois, en La Rochelle, cuenta con una gran baza: su playa. Integrado en la zona de exposición, permite exponer en su entorno todo el material de playa y las embarcaciones destinadas a la navegación ligera. Al lado del dinamismo de los astilleros de barcos habitables destinados tanto a la navegación de día como a las travesías largas, éste fue sin embargo una figura pálida durante la edición de 2021. Si Tribord, la filial de Décathlon, socio del salón recientemente establecido en La Rochelle, ocupó una gran parte del espacio con sus diversas embarcaciones y tablas de vela hinchables, pocos otros expositores estuvieron presentes. El bote de aluminio Birdyfish, el inflable Tiwal convivieron con algunos remos electrificados y motorizados. Ningún catamarán a la vista. El aficionado a la vela ligera seguía en las últimas.
Una evolución necesaria para la náutica del futuro
En un momento en el que la edad del navegante preocupa a los constructores de barcos, el lugar de la vela ligera en las acciones del sector merece ser más importante. Sin los foils, parece que las lanchas neumáticas ya no tienen cabida en los salones náuticos franceses. Los catamaranes suelen estar ausentes. Sin embargo, pueden ser una forma asequible y divertida de iniciarse en la navegación y en la vela en general. ¿Cómo podemos implicar a los clubes náuticos para que aprovechen este escaparate? ¿Cómo motivar a los fabricantes e importadores para que participen en los eventos? Hoy, esta reflexión debería estar en el centro del debate para garantizar el futuro de nuestros barcos. ¿Quizás París 2024 y los eventos de vela en Marsella podrían ser un trampolín interesante?