Devolución de la APPA y la APPB a la Federación Francesa de Puertos Deportivos
El viento ha cambiado definitivamente en el ecosistema de los puertos deportivos franceses. Aunque la amenaza de crear un sindicato nacional que compitiera con la Federación Francesa de Puertos (FFPP) estaba sobre la mesa antes de la pandemia de Covid-19, el sector portuario ha tomado el camino de la unidad. Los principales disidentes de entonces, la Association des Ports de Plaisance de Bretagne y la Association des Ports de Plaisance de l'Atlantique, han firmado públicamente su regreso al FFPP, reincorporándose en presencia del Ministro del Mar el 30 de septiembre de 2021 con motivo del Grand Pavois.
Una reunificación nacida del trabajo conjunto
La dinámica del acercamiento surgió de la necesidad de trabajar juntos durante la pandemia de Covid19 para hablar con una sola voz ante las autoridades públicas para la reapertura de los puertos deportivos. A continuación, se celebraron debates formales hasta que la APPA y la APPB volvieron a unirse al FFPP. "Hubo un verdadero trabajo previo sobre una plataforma de gobernanza, sobre los objetivos y los métodos de trabajo. A continuación, fue adoptada por separado por nuestras 3 estructuras. Por tanto, resultaba natural integrar esta federación sobre la base de la nueva plataforma", explica Bertrand Moquay, presidente de la APPA.
Además, para renovar la gobernanza, Serge Pallarés, al frente de la FFPP desde hace 21 años, anunció que dejaría la presidencia en la asamblea general del Nautic 2021.
Una estrategia y un método portuarios comunes
En el marco de esta nueva gobernanza, las 3 asociaciones han acordado temas de trabajo prioritarios ante los cambios ecológicos, digitales y de infraestructuras en los puertos deportivos. Las reflexiones se referirán, en particular, a la creación de nuevos servicios para adaptarse a los nuevos usos y facilitar el acceso al mar, al cambio de modelo portuario para convertirse en un polo de desarrollo de los territorios, a la adaptación de las obras de protección a la subida del nivel del agua y al desarrollo de acciones turísticas.
Más allá de eso, lo que debe cambiar es el intercambio y el lugar de las estructuras locales. "Los cambios también afectarán al método. Debemos apoyarnos en el saber hacer de los sindicatos regionales para tomar las experiencias que funcionan sobre el terreno y duplicarlas en todos los territorios costeros. Esto también nos permitirá ser escuchados por las autoridades locales y nacionales", concluye Bertrand Moquay.