Salones náuticos en busca de barcos
Para los navegantes que buscan la perla rara en el mercado de segunda mano, el día de Todos los Santos suele coincidir con las Mille Sabords du Crouesty en el Atlántico o el Salón de Otoño en Cap d'Agde para los navegantes del Mediterráneo. Pero en este particular periodo de euforia por los deportes náuticos, en el que los fabricantes tienen dificultades para entregar embarcaciones nuevas, la escasez casi llega también al mercado de segunda mano. Los organizadores del evento atestiguaron antes de la apertura del evento que era difícil para los profesionales comprometerse con el número de barcos disponibles, ya que el tiempo de entrega de los anuncios es muy corto en el otoño de 2021. Por parte de los navegantes, el barco suele pasar "por debajo de las narices" antes de que se haya acordado una visita.
Valor técnico añadido que debe justificarse
En este contexto, ¿cuál es el lugar de los corredores y de los intermediarios de barcos de segunda mano? De hecho, un navegante siempre tendrá la tentación, ya sea vendedor o comprador, de evitar a los intermediarios y los costes correspondientes. Para ello, cada persona utiliza su propia estrategia: al crear marcas específicas para los tipos de embarcaciones para algunos, jugando con la oferta de reequipamiento o cambiarlos por otros. Una cosa es que, 60 años después de la llegada de la náutica "de masas", la flota de segunda mano no puede ser ignorada, ya que es muy importante. Confiar únicamente en la deconstrucción para continuar la carrera de la producción plantea cuestiones ecológicas y sociales. Los servicios náuticos deben pensar a toda costa en profesionalizar el sector con conocimientos y servicios de apoyo eficaces, al tiempo que apoyan las iniciativas de reacondicionamiento, tal como promueven asociaciones como Passe-Coque o el AJD de Aber Wrac'h.