Herramientas de un solo uso
Para construir una embarcación de material compuesto en serie, lo más frecuente es hacer un molde. E incluso antes de esto, para hacer una pieza maestra. Si el molde, en el mejor de los casos, se utiliza para fabricar varias docenas de barcos, la pieza maestra es de un solo uso. En un momento en que nuestra sociedad está obligada a reflexionar sobre su producción de residuos, la situación no es muy positiva.
La empresa Formes et Volumes, con sede en Roche y especializada en la fabricación de moldes para piezas compuestas, sobre todo en la industria náutica, ha estudiado el asunto. "Históricamente, cuando hemos hecho el molde en la pieza madre, va a la papelera. Un camión grúa viene con una garra para destruirlo y va al vertedero estándar. Así que pensamos en una solución desmontable para recuperar el poliestireno", explica Gaël Lacord, director técnico de la empresa.
Reutilización del material de las piezas maestras
Las piezas maestras están hechas de bloques de poliestireno que se ensamblan, laminan y recubren. "Antes, todo estaba pegado y no se podía desmontar. Aquí cambiamos el tipo de cola, el sistema de enclavamiento y en lugar de pegar todo fuertemente y luego laminarlo, los bloques apenas se pegan y vamos laminando a medida que avanzamos. De este modo, el poliestireno se contamina lo menos posible. Para la deconstrucción, el laminado se despega y se corta con un alambre caliente. De este modo, podemos recuperar el 80% del poliestireno en grandes cubos que reutilizamos para otras piezas madre, y el 20% restante se tritura para su reciclaje", explica Gaël Lacord.
Una solución virtuosa pero cara
Desde el punto de vista del rendimiento, el método es perfectamente competitivo. "En términos de metrología, tenemos los mismos requisitos dimensionales", confirma el director técnico.
Desde el punto de vista económico, desgraciadamente no es el caso, pero Formes et Volumes asume su elección por un molde de Neel Trimarans. Al precio actual del poliestireno, el tiempo de trabajo para cortarlo y reutilizarlo no es competitivo con el uso de bloques de poliestireno nuevos. Sin duda, la industria tendrá que reflexionar sobre el análisis del ciclo de vida de los barcos para que estos costes sean aceptables y compartidos y para promover estas iniciativas virtuosas.