Rémi Aubrun, conocido diseñador de velas de barco y actual responsable de las oficinas de diseño del grupo Incidence, tiene una amplia visión de la evolución del sector de la fabricación de velas. Comparte con nosotros su análisis de la evolución reciente y futura en este campo para la náutica de recreo y la industria marítima en general.
¿Cuáles son los principales avances que ha observado en los últimos años en el campo de la fabricación de velas?
Evidentemente, el material es muy importante. Incidence ha desarrollado su propio material, y esto es un verdadero punto fuerte. Tener acceso a su membrana da flexibilidad y nos permite hacer pruebas, cambiar fibras... Hemos desarrollado muchas cosas. Hoy, un punto que se está poniendo en todo esto: es la ecología. Tendremos que adaptarnos para fabricar velas con bajas emisiones. La vela sigue siendo el consumible del barco. Para contaminar lo menos posible, hay dos caminos: o hacer velas indestructibles durante años, con fibras derivadas del petróleo, o hacer velas sin emisiones, pero que se cambien a menudo. Aunque lo ideal serían velas a prueba de pinchazos y sin emisiones Dependiendo de los fabricantes de velas del sector, existen diferentes vías de investigación. Algunos prueban diferentes fibras naturales, otros se centran en la durabilidad a lo largo del tiempo.
También hay cambios en la forma de las velas y en la triangulación de las superficies. Los barcos aceleran y se necesitan velas a la altura.
¿Hay cambios en las herramientas para los diseñadores de velas?
Con el desarrollo de los recursos informáticos y el software, cada vez tenemos más acceso a la simulación digital. Esto permite trabajar en particular sobre las interacciones fluido-estructura en el barco, y también tener acceso a las deformaciones de los materiales, lo que está relacionado con el tema anterior.
¿Cómo están cambiando las exigencias de los clientes a los fabricantes de velas? ¿Ha habido cambios recientes?
Los grandes cambios proceden de la carrera. Debido a su gran repercusión mediática en cuestiones ecológicas, las clases están aplicando normativas sobre las velas. Esto presiona a los proveedores para que investiguen y desarrollen materiales.
En el sector náutico, hay mucha demanda de grandes catamaranes de crucero, pero técnicamente ha habido muy poca evolución. Por coste y robustez, seguimos utilizando velas de Dacron tejido bastante clásicas. En cuanto a las formas, las evoluciones ligadas a la velocidad siguen vinculadas hoy en día a las regatas oceánicas.
La última novedad es que cada vez se nos pide más que descarbonicemos el transporte marítimo. En Incidence queremos formar parte de este movimiento y estar en el buen camino.
¿Cómo podríamos imaginar la navegación del mañana?
Creo que la vela blanda tiene futuro en todos los ámbitos, incluida la vela. Es sencillo y está demostrado desde hace cientos de años. Creo que una de las cosas que está surgiendo es el trabajo de perfil grueso, probablemente no para todo el mundo, porque el perfil grueso sólo es útil si vas rápido.