Editorial / El puerto deportivo, puerta de entrada y escaparate de los deportes náuticos

Muchos puertos deportivos, construidos hace varias décadas, tienen que someterse ahora a una importante reorganización. Estas obras van más allá de los meros amarres y la recepción de embarcaciones.

El puerto, un lugar para vivir para todos

Se acabaron los tiempos en que el puerto deportivo era un simple garaje de barcos, a veces bordeado por una especie de centro comercial con una hilera de tiendas. Los promotores y gestores no se equivocan y quieren hacer de los puertos verdaderos lugares de vida, atrayendo a los navegantes, pero también a los paseantes. Para ello se necesitan locales comerciales actualizados y espacios públicos atractivos. También una mayor apertura a las ciudades. En trabaja en Crouesty en proyecto Port Bourgenay Demain todos los gestores portuarios insisten en el vínculo esencial entre ciudad y puerto.

Servicios esenciales

Pero un puerto deportivo no puede limitarse a los restaurantes del muelle. Un navegante, tanto si navega todo el año como si está de escala, querrá encontrar los servicios esenciales y el chandlery. Encontrar aquí un distribuidor le permitirá soñar con su próximo barco. Un área técnica moderna y respetuosa con el medio ambiente es costosa, pero inevitable en toda dársena náutica. Pero, ¿cómo hacer que quepa todo en nuestros puertos? A veces es una pregunta difícil. La creación de zonas técnicas separadas del puerto deportivo, como la del Escalda en Le Havre, pone de manifiesto otros problemas. ¿Cómo conseguir que los navegantes salgan del puerto para hacer sus compras diarias, o incluso para visitar la sala de exposiciones? Este es el reto que nos explica Le Havre Nautic .

Diseñar el puerto del mañana, en la ciudad, sin molestias y con servicios completos. Este es el reto actual.

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