Los cambios en la industria náutica
Los barcos, su tecnología y los puertos deportivos son los aspectos más visibles de la industria náutica. Pero no hay barco sin marinero, ni astillero sin obrero naval, ni capitanía de puerto sin agente portuario. El sector náutico sigue siendo un negocio de personas, y su transformación y preparación para los retos del futuro dependen de estos hombres y mujeres. La mesa redonda a la que asistimos en Boot Düsseldorf, reuniendo a la próxima generación de la industria náutica, no dejó de subrayar los retos que plantea el relevo generacional en el sector de la náutica de recreo no basta con confiar únicamente en la tecnología. La tecnología por sí sola no basta, y la industria náutica necesita abrir sus métodos y su gestión de los recursos humanos.
Inversión y anticipación
Aunque este cambio de mentalidad y de la pirámide de edades llevará tiempo, hay que anticiparse ya a las tecnologías del futuro. ¿Será el hidrógeno el futuro de los motores marinos? Es difícil decir cuál será la futura combinación energética para propulsar embarcaciones de recreo, pero está claro que el hidrógeno será el futuro algunos, como NatPower H en Italia, apuestan por ello e invierten. En eso consiste prepararse para el futuro.
Y cuando se trata de preservar un futuro, hay que saber cambiar y adaptarse rápidamente. Quizá ese sea también el mensaje de las otras noticias de esta semana, con el aplazamiento de Nautic en Seine las fechas iniciales de la exposición podían significar un fracaso potencialmente fatal para el salón de París, en lugar de un renacimiento.
No sabemos lo que nos deparará el futuro, pero para mantenernos a flote, ¡todos estamos preparando nuestros barcos!