Green River: Impulsar los puertos deportivos mediante el movimiento de pontones

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El proyecto Green River, dirigido por la escuela de ingenieros Builders, la Universidad de Caen y Haropa Port, ensaya una serie de fuentes de energía renovable para que los puertos sean más autosuficientes, aprovechando sus propios recursos, más allá de las tecnologías convencionales. Guillaume Carpentier, responsable del proyecto, explica sus líneas maestras y sus aplicaciones en los puertos deportivos.

Infraestructuras portuarias más inteligentes

Especializada en ingeniería marítima, la escuela de ingeniería Builders, con sede en Caen, se dedica desde hace muchos años a la construcción marítima. Guillaume Carpentier, director de relaciones internacionales e ingeniería, resume la filosofía de la escuela: "Nuestro objetivo es cambiar la forma de trabajar en la construcción. Cuando trabajamos en infraestructuras en un puerto, queremos hacerlas más inteligentes y menos impactantes, para que sean lo más rentables posible. Así fue como empezamos a pensar en recuperar el trabajo mecánico de mover grandes buques, capturar esta energía y reinyectarla en el barco. A partir de ahí, pudimos adaptarlo a un pontón y al proyecto Green River"

Guillaume Carpentier ©BUILDERS_ingénieurs
Guillaume Carpentier

Un centro para la recuperación de energía en los puertos

El proyecto de colaboración Green River, que reúne a Builders, Haropa Port y la Universidad de Caen Normandie y está financiado por ADEME y la Región de Normandía con 650.000 euros, es decir, el 70% del presupuesto global, pretende desarrollar una plataforma flotante que actúe como polo energético en los puertos. Al recuperar la energía disponible por todos los medios posibles, permitirá que los puertos sean más autónomos y eficientes.

Además de tecnologías bien conocidas como los paneles fotovoltaicos, las turbinas mareomotrices y los aerogeneradores, estos últimos optimizados mediante el uso del principio de elevación activa, el proyecto Green River prevé utilizar otras formas de recuperación de la energía disipada en el entorno portuario.

El primero utiliza tensores activos. Estos dispositivos, probados como pruebas de concepto en sistemas hidráulicos, convierten los movimientos residuales de un barco o pontón azotado por las olas o el viento en trabajo mecánico y luego en energía eléctrica.

La segunda tecnología se basa en células de deformación, desarrolladas por la empresa Scienteama, con sede en Normandía, que recuperan la energía de los impactos de las olas y del oleaje, aprovechando la deformación creada, por ejemplo, en las defensas de los muelles.

Installation du démonstrateur ©BUILDERS_ingénieurs
Instalación del demostrador

Aplicaciones potencialmente rápidas

El demostrador Green River se botó en una plataforma anclada a un pilote frente al puerto de Honfleur en la primavera de 2024. Aunque aún no todas las tecnologías están maduras, Guillaume Carpentier ve una rápida aplicación, y algunos puertos deportivos ya han recurrido a él: "La tecnología piezoeléctrica para deformaciones aún requiere cierto desarrollo antes de ser económicamente viable. En cambio, los tensores activos podrían instalarse rápidamente en los pantalanes de los puertos deportivos. Ya se han puesto en contacto con nosotros. El sistema es sencillo y plug and play. Puede instalarse en medio día

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