El Overboat, diseñado por Néocean, marcó el sector náutico con su innovación. A pesar de la liquidación de la empresa, las patentes del catamarán eléctrico volador han sido recompradas, lo que supone un rayo de esperanza para esta tecnología punta.
Un catamarán revolucionario, ¿pero sin mercado?
Lanzado en 2019, el Overboat destaca por sus sorprendentes características. Este catamarán eco-responsable, diseñado en colaboración con la Universidad de Montpellier y el IUT de Nîmes, combina innovación y sostenibilidad. Gracias a su sistema de foils autorregulables, alcanza una velocidad máxima de 28 km/h manteniendo una estabilidad óptima. Su motor eléctrico garantiza una navegación silenciosa y respetuosa con el medio ambiente, lo que lo convierte en una alternativa atractiva a los patinetes de mar tradicionales, a menudo ruidosos y contaminantes.
Ventajas e inconvenientes de las láminas autorreguladoras
Los foils autorregulables, aunque revolucionarios, presentan desafíos técnicos. Su capacidad para elevar la embarcación por encima del agua reduce la resistencia y mejora la eficiencia del combustible. Sin embargo, su complejidad requiere un mantenimiento regular y conocimientos técnicos para garantizar un funcionamiento óptimo. A pesar de estas limitaciones, los beneficios en términos de rendimiento y confort de navegación son innegables.
Un clima económico desfavorable
A pesar de un producto innovador y de los pedidos internacionales, Néocean se ha visto duramente afectada por la crisis sanitaria y las perturbaciones logísticas. Los retrasos en la entrega de componentes electrónicos y el aumento de los precios de las materias primas, agravado por el conflicto en Ucrania, han obstaculizado la producción. Aunque la empresa recaudó 800.000 euros en octubre de 2022, estos fondos resultaron insuficientes ante los persistentes problemas financieros.
Búsqueda de financiación
Para alcanzar la producción industrial y penetrar en el mercado internacional, Néocean necesitaba reunir importantes fondos, estimados entre 3 y 10 millones de euros. Vincent Dufour, ingeniero y fundador de la empresa, señala que una financiación de 5 millones de euros podría haber evitado la liquidación. Sin embargo, la falta de apoyo financiero y la retirada de un inversor clave sellaron el destino de la empresa.
Patentes recompradas: un rayo de esperanza
A pesar de la liquidación de Néocean, la historia del Overboat no ha terminado. Las patentes y la marca han sido recompradas, allanando el camino para un posible renacimiento de esta tecnología. Una nueva empresa francesa, cuyo nombre se desvelará próximamente, podría tomar el relevo y seguir desarrollando este catamarán innovador.
El potencial de Overboat existe. Sobre la base de las patentes adquiridas, la nueva entidad podría optimizar la tecnología existente y explorar nuevos mercados. Las innovaciones en motorización eléctrica y navegación sostenible son más relevantes que nunca, dada la creciente preocupación medioambiental y la demanda de soluciones de movilidad ecológicas.