En Saint-Malo, la empresa Mayero, fundada por el ingeniero Lucas Le Gall, da nueva vida a un material a menudo descuidado: los mástiles de windsurf usados. Estos equipos, considerados inservibles para su uso original, se transforman en accesorios dedicados a la náutica. Es una iniciativa que forma parte de un enfoque sostenible (upcycling) y ofrece alternativas ecológicas a los navegantes.
Una aventura personal en el corazón del upcycling
En 2021, Lucas Le Gall, aficionado a la vela, emprende con dos amigos la circunnavegación del Atlántico. A bordo de un Sunshine 38, un yate de segunda mano comprado con sus propios ahorros, la joven tripulación se prepara para una travesía que durará casi un año y que requerirá una serie de modificaciones adaptadas a la navegación oceánica. Entre los retos materiales, el elevado coste de un pórtico de acero inoxidable para fijar los paneles solares está resultando un obstáculo importante para su proyecto. En lugar de rendirse, Lucas exploró una alternativa. Utilizó mástiles de tablas de vela de carbono, recuperados en una tienda especializada de Saint-Malo a raíz de los comentarios de los clientes, para fabricar un pórtico.
Esta elección, motivada tanto por una restricción financiera como por un planteamiento medioambiental, marca el inicio de su compromiso con el upcycling: dar una segunda vida a materiales desechados para convertirlos en equipos fiables y de alto rendimiento. Utilizando sus conocimientos sobre materiales y su experiencia, Lucas diseñó un pórtico ligero y robusto adaptado a las exigencias de la navegación. Rápidamente llamó la atención de los navegantes con los que se cruzaba durante sus escalas, seducidos por esta solución original, económica y respetuosa con el medio ambiente. Estos encuentros le hicieron reflexionar sobre otras posibles aplicaciones del carbono reciclado. A su regreso a Saint-Malo, en julio de 2022, Lucas decidió transformar esta experiencia en un proyecto empresarial. El resultado fue Mayero, que lleva el nombre de su velero.
Un recurso listo para un nuevo uso
Cada año, los clubes náuticos renuevan sus equipos y tienen que deshacerse de mástiles de windsurf dañados. Sin embargo, estos tubos de carbono, a menudo dañados sólo en la unión, tienen algunas propiedades interesantes. Ligeros y resistentes, son ideales para una nueva vida en diversas aplicaciones. Mayero se encarga de esta transformación mejorando estos materiales para ofrecer a los navegantes productos acabados sólidos y duraderos.
La inspiración de Mayero para diseñar estructuras de paneles solares procede de los soportes utilizados en la clase Mini 6.50. El panel flexible está pegado a un travesaño de lino o fibra de carbono, que a su vez está articulado al extremo de un mástil de carbono reutilizado. Se utiliza un diábolo de plástico de alto rendimiento para fijar todo el conjunto de forma sencilla y desatornillable, lo que facilita la instalación y el mantenimiento, especialmente durante la invernada.
Para los navegantes que buscan conectividad en el mar, Mayero también ofrece soportes de antena Starlink fáciles de instalar. Estos permiten elevar, desplazar y orientar la antena para garantizar una recepción óptima, al tiempo que combinan practicidad y ergonomía.
La empresa también reutiliza mástiles de carbono para fabricar pescantes para embarcaciones auxiliares. Estos soportes son orientables, sea cual sea la inclinación de la superficie de montaje (cubierta o faldón). Gracias al sistema AxisLock, desarrollado por la empresa, pueden soportar embarcaciones auxiliares de hasta 90 kg de peso, pero son fáciles de desmontar para su almacenamiento en invierno.
Mayero también ofrece la posibilidad de instalar soportes de carbono para toldos en los balcones de popa: un sistema que evita la tarea, a menudo complicada, de taladrar agujeros en la cubierta. Estos soportes pueden ajustarse fácilmente para adaptarse a las telas de sombra estándar.
Un enfoque colaborativo
Para recoger estos mástiles, Mayero trabaja con clubes náuticos y tiendas especializadas, instalando contenedores de recogida a lo largo de la costa de Bretaña y pronto en todo el país. La empresa va más allá del reciclado tradicional y colabora con organizaciones locales y agentes de la economía social.
Aunque la industria del reciclaje de equipos para deportes acuáticos está aún en pañales, iniciativas como la de Mayero están mostrando el camino. El reciclaje de materiales compuestos, y del carbono en particular, sigue siendo un reto técnico y medioambiental. Sin embargo, gracias a proyectos como éste, el sector empieza a darse cuenta de la importancia de la gestión sostenible de estos materiales.