Procedimiento de insolvencia tras una adquisición reciente
Fairline Yachts, el emblemático constructor de yates de Oundle, ha sido declarado en suspensión de pagos, pocas semanas después de su adquisición por Arrowbolt Propulsion Systems. DF Capital, el principal acreedor de Fairline, ha designado a Alvarez & Marsal como administradores para examinar las opciones de futuro de la empresa.
A pesar de esta difícil situación, la empresa sigue funcionando sin despidos inmediatos. Michael Magnay, director general adjunto, ha declarado:
"Estamos buscando activamente una venta del negocio y confiamos en que habrá un interés considerable en la transacción"
Un patrimonio británico en peligro
Fundada en 1963 por Jack Newington, Fairline Yachts ha encarnado la experiencia británica en construcción naval durante más de 60 años. La empresa, que cuenta con instalaciones en Corby y el puerto deportivo de Ipswich, ha superado varias crisis, pero ha seguido siendo una marca de referencia en el mercado de los yates de lujo.
En junio de 2021, Fairline fue adquirida por Hanover Investors a través de su Hanover Active Equity Fund II, antes de ser vendida a Arrowbolt en 2024. Arrowbolt, especializada en propulsión eléctrica, pretendía reposicionar Fairline como una marca más sostenible. Sin embargo, las persistentes dificultades financieras llevaron a la empresa a la suspensión de pagos.
Una situación financiera frágil
La quiebra de Fairline se produce en un momento de tensión económica para el sector náutico. En diciembre de 2024, ya se había despedido a más de 100 empleados en un intento de reducir costes. Las cuentas de 2023 mostraban una facturación de 41,1 millones de libras, un 15% menos que los 48,3 millones de 2022.
A pesar de una cartera de pedidos estimada en 100 millones de libras y unas previsiones optimistas para 2024, Fairline fue incapaz de superar sus dificultades financieras. DF Capital decidió proteger sus intereses iniciando un procedimiento de administración.
¿Qué le depara el futuro a Fairline Yachts?
La búsqueda de un comprador es ahora crucial para la supervivencia de la marca. El interés por Fairline sigue siendo fuerte, gracias a su reputación y a la calidad de sus unidades. Sin embargo, el nuevo comprador tendrá que asumir el reto de reestructurar y reposicionar la marca para garantizar su supervivencia en un mercado competitivo.
El resultado de esta administración determinará si Fairline Yachts podrá seguir en activo o si este nombre histórico desaparecerá del panorama de la náutica británica.