Aumento de los aranceles aduaneros e intensificación de las tensiones comerciales
Desde el 4 de marzo de 2025, Estados Unidos aplica una serie de nuevos impuestos a la importación:
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25% sobre el acero y el aluminio, restableciendo los derechos suprimidos en 2021.
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25% sobre las importaciones procedentes de Canadá y México.
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otro 10% para los productos chinos, hasta un total del 20%.
Estas subidas arancelarias no tardaron en provocar reacciones internacionales. China impuso aranceles adicionales a las importaciones agrícolas estadounidenses, mientras que Canadá tomó represalias con impuestos del 25% sobre 30.000 millones de dólares canadienses de importaciones estadounidenses, con una posible ampliación a 125.000 millones en las próximas tres semanas.
Un impacto directo en la industria náutica estadounidense

La industria náutica es especialmente vulnerable a estas medidas, ya que no sólo depende del suministro de materias primas como el acero y el aluminio, sino también de asociaciones comerciales estratégicas. La Asociación Nacional de Fabricantes Náuticos (NMMA) está dando la voz de alarma:
"La náutica de recreo es una industria orgullosamente estadounidense, ya que el 95% de las embarcaciones vendidas en Estados Unidos son de fabricación nacional" afirma Frank Hugelmeyer, Presidente de la NMMA.
Es probable que Canadá, principal mercado de exportación de los barcos estadounidenses (51% de las ventas internacionales), imponga restricciones más estrictas, amenazando directamente la rentabilidad de los constructores de barcos estadounidenses. México, eslabón clave de la cadena de suministro, también podría ver menoscabado su papel.
¿Vuelven las tensiones comerciales de 2018?

Las nuevas medidas recuerdan a las de 2018, cuando la Unión Europea impuso un impuesto del 25% a los barcos estadounidenses en respuesta a los aranceles sobre el acero y el aluminio. Esta decisión provocó una caída de las exportaciones del sector náutico estadounidense a Europa, un mercado crucial.
Si la Unión Europea decide reintroducir contramedidas similares en 2025, los constructores navales estadounidenses podrían enfrentarse a una nueva crisis. Una moratoria sobre estos impuestos, negociada en 2021 y prorrogada hasta el 31 de marzo de 2025, podría no renovarse si se recrudecen las tensiones.
Movilización de la industria para paliar los efectos

Ante estas incertidumbres, la NMMA está trabajando activamente con los legisladores estadounidenses para evitar una escalada que pondría en peligro miles de puestos de trabajo. La asociación también anima a sus miembros a participar en las consultas públicas organizadas por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), abiertas hasta el 11 de marzo de 2025, para influir en las decisiones futuras.
Perspectivas e incertidumbres
La Administración Trump tiene previsto revisar sus políticas comerciales antes del 1 de abril de 2025, lo que podría abrir la puerta a ajustes. Sin embargo, tal y como están las cosas, es probable que las tensiones comerciales se intensifiquen, amenazando la estabilidad del sector náutico estadounidense.
Si fracasan las negociaciones con los socios internacionales, los fabricantes de buques y equipos marinos tendrán que adaptarse buscando alternativas para limitar el aumento de los costes y mantener su competitividad en el mercado mundial.