François Gabart y Roland Jourdain y sus respectivas empresas Mer Concept y Kairos han creado un GIE o agrupación de interés económico para trabajar sobre las cuestiones técnicas y medioambientales relacionadas con las regatas oceánicas, la vela y el mundo marítimo en general. En una entrevista concedida a BoatIndustry, explican las razones de esta iniciativa y sus ambiciones.
¿Por qué Kairos y Mer Concept crearon esta agrupación de interés económico en el verano de 2023 y cómo surgió?
FG: Efectivamente, no esperamos al GIE para debatir e intercambiar ideas. La discusión empezó en torno a los materiales. Roland lleva mucho tiempo trabajando en el tema. Queríamos trabajar e invertir en ello, y habría sido una pena no intercambiar ideas con nuestros vecinos. Las primeras conversaciones se remontan a finales de 2019. Además, hay una cierta porosidad con la gente que ha trabajado para el otro, lo que favorece los intercambios.
RJ: Siempre nos hemos alegrado de ser de Concarneau para no formar parte de la monocultura de las regatas oceánicas, pero al mismo tiempo nos alegramos de que François llegara para no estar solos. El aspecto colaborativo es una cuestión importante para el futuro, y en la que ya estamos trabajando dentro de la fundación Explore. Hay trabajo para todos. Estamos en un entorno de regatas oceánicas competitivo y hermético; ya es hora de que salgamos de él y avancemos.
FG: El GIE proporciona una estructura para responder a los clientes, formaliza la colaboración. La idea original era aunar el pensamiento, las ideas y la I+D de todos los implicados, y ser más fuertes como resultado. Al principio nos centramos en los biomateriales y el reciclaje, pero pronto se hizo evidente la cuestión de la medición del impacto y el análisis del ciclo de vida (ACV).
¿En qué proyectos ha estado trabajando el GIE?
FG: Incluso antes de la AIE, desarrollamos una herramienta conjunta de ACV para nuestros propios proyectos y los de nuestros clientes. Nos interesa dominar nuestra propia herramienta para entender todo lo posible e intentar acercarnos lo más posible a la verdad.
RJ: Trabajar juntos, con nuestras respectivas áreas de especialización, es una buena manera de presionar de forma positiva, obtener los datos que faltan y ser cada vez más precisos. El proyecto Biobat pilotado por Grand Large Yachting se centraba en el desarrollo de materiales alternativos para la industria náutica, con estudios de ACV en función del proceso y el material.
Actualmente estamos trabajando con OC Sport para estudiar criterios medioambientales para los barcos de regatas oceánicas.
¿A quién va dirigido el GIE y cuáles son sus expectativas en este ámbito?
FG: Evidentemente, nuestra clientela no se limita a las regatas oceánicas; también nos ocupamos de los yates y del sector marítimo en el sentido más amplio, aunque nos alejemos más de nuestra experiencia en compuestos. No descartamos salir del sector marítimo, pero no es nuestro objetivo principal.
RJ: Kaïros está experimentando un aumento de la demanda de ACV. Necesitamos información objetiva para tomar las decisiones correctas. El objetivo a largo plazo es integrar el ACV en el proceso de diseño desde el principio, para que el impacto se tenga en cuenta desde el principio de la ecuación. Hablamos de un proyecto en el que el límite del impacto se tiene en cuenta desde el principio.
¿Cómo evitar el "lavado verde" en las regatas oceánicas y la vela?
FG: Precisamente, medir el impacto, siendo lo más transparente posible, es la mejor manera. Hay que ser científico y preciso. Además de educar al público para que entienda los ACV, tenemos que seguir investigando, porque hay puntos que desconocemos.
RJ: Cuando realicé la LCA de la IMOCA en 2009, lo que más me sorprendió fue el impacto de la tecnología digital. Estas cuestiones van más allá de nuestros barcos. Cuando tienes dudas y no sabes, no cambias.